lunes, 3 de diciembre de 2012

IGNACIO SÁNCHEZ MEJÍAS (Capítulo IV)




Algunos diestros le dicen a Ignacio que se interesarán por él. Le aseguran que intercederán con el señor López para que lo incluya en los carteles. Y uno de ellos le asegura que será un torero de mucha categoría.
Años después, el espada sevillano se refería algunas veces a ese pronóstico que se le hiciera en América, cuando la vida le era allí tan dura; pero nunca logrará recordar con exactitud quién fuera el torero que tal seguridad le diese.
El ambiente es cada vez más favorable a Ignacio para volver a vestirse el traje de luces. Y empieza a actuar, en calidad de banderillero, en corridas modestas, en una de las cuales dice Ramón López a quienes están con él: "Es valiente Ignacio y está muy enterado."
Pronto Sánchez Mejías consigue actuar como novillero en la plaza de México. Sigue Ignacio pasando muchos apuros. Rehuye, sin embargo, el pedir más dinero por sus actuaciones, tan mal pagadas como sí siempre se vistiese de torero por primera vez. Esto le tiene con el ánimo entristecido. Esto y la nostalgia de España.
Ignacio siente la necesidad afectiva de tornar a su Patria. No puede pasar ya más tiempo en el Extranjero. Lo malo es que el pasaje para España cuesta mucho dinero. Y él no tiene nada.
Fermín Muñoz, Corchaito es un torero cordobés que está en México desde 1.907. Tomó la alternativa en Madrid alternando con Vicente Pastor y Rafael "El Gallo", y enseguida embarcó para América.
Toreó en México bastante y con regular fortuna.
Y un día, después de varios años de estar ausente de España, decide volver a tierra nativa.
Cuando Ignacio se entera de que Corchaito vuelve a España, siente avivarse en él ese anhelo del retorno a la Patria. ¡ Si Corchaito quisiera repatriarlo con su cuadrilla... !  El deseo no es muy fácil que tenga realidad. Y Sánchez Mejías no quiere hacerse demasiadas ilusiones... Pero Corchaito tiene un gran corazón, y en cuanto Ignacio le dice que sería su felicidad la vuelta a España. Corchaito le dice : "Pues vas a ser feliz, porque embarcarás con nosotros."
El rasgo de Corchaito pone una gran emoción en quien tiene ese noble deseo de ver de nuevo España.
Durante toda su vida recordaba Ignacio el momento de aquellas palabras, y  en toda ocasión oportuna tendrá para la generosidad de Corchaito la expresión de su gratitud y el recuerdo de la amistad que desde aquel instante los unió.
¡ España !
En Ignacio Sánchez Mejías brinca de júbilo al repetir ese nombre, una vez y otra vez, a lo largo de la travesía.
El viaje se le hace muy largo por el propio anhelo de llegar pronto a España, cuyas costas aguarda ávidamente con los ojos muy abiertos.
En 1.911, cuando Ignacio regresa actúa como banderillero en la cuadrilla de Corchaito.
Termina la temporada taurina en España se le presenta a Ignacio el dilema de seguir  al lado de Corchaito y embarcar con él para ir de nuevo a tierras de América, o quedarse aquí, entrenándose donde pueda y como pueda a lo largo del invierno.
Se encuentra a gusto en España, es cierto. Más su inquietud le hacer prever que se aburre durante los meses en que no hay aquí corridas de toros. Además, el matador Corchaito le insisite para que se vaya con él y se va.
De nuevo Sánchez Mejías en México, reverdece amistades que allí hiciera. Y gana mucho más porque su aire aseñoritado, su facilidad de conversación y su caballeroso modo de ser le hacen simpático a las gentes y lo elevan sobre el nivel de algunas tertulias, frecuentadas por toreros pulcros en la presencia y en la frase.
Todos cuanto le tratan coinciden en que Sánchez Mejías es hombre inteligente, muy atento a las conversaciones de las personas más cultivadas y siempre afable con todos, sin mostrarse por ello sumiso a todas las opiniones ni condescendiente con cuanto él no estime justo.
- Tiene usted un criterio rigido de la fuiesta - le dice un día un aficionado a quien acaban de presentarle.
Ignacio responde :
Se juega mucho el torero en la Plaza para tomar esto como un pasatiempo en el que sean posibles los cambios y recambios en el punto de vista.
Este carácter que está denotando Sánchez Mejías cuando es aún tan joven, se va perfilando cada día más, y se concreta rotundamente a una edad en que no es todavía habitual tal entereza de opiniones y criterios.
Después de actuar dos temporadas como banderillero piensa Ignacio de nuevo en presentarse como matador.
No le falta ambiente propicio para su propósito.
Tiene simpatías, y tiene, sobre todo, una aureola de valor sereno y de conocimiento del toro de lidia.
En la Plaza de Toros de México sale Ignacio a torear dos novillos en un corrida mixta, el 12 de marzo de 1.913.
Le aplaudieron mucho por su valentía y no defraudó a quienes le auguraban un espléndido porvenir en el difícil arte de lidiar toros ; pero el éxito no debió de ser muy rotundo que le asegurase en un puesto de novillero.
En unas manifestaciones hechas a un periodista muchos años después, en los que Ignacio recordaba aquella novillada en la Plaza de México decía lo siguiente: " Es indudable que yo tenía a mucho público de mi parte y que este público estaba deseando aplaudirme. Yo tenía que darles ocasión para ello aunque reconozco que no estaba en el ruedo bastante seguro y que andaba un tanto preocupado, tal vez por la índole del ganado y también porque yo no había ido de repente a esa función, sino después de meditar mucho si debía o no intentar aquella posición."
Poco después vuelve Ignacio a España.
Otra vez como banderillero actua en varias Plazas, unas veces con Cocherito de Bilbao y otras veces con Machaquito.
La fama de peón valiente que en México ha ganado, se extiende por España y lo pone de nuevo en la legítima ambición de actuar como matador.
El quiere que su presentación como novillero se celebre en la Plaza de Toros de Madrid. Sabe que es la Plaza de más categoria.
Y le gusta, además, de ella su empaque y su vistosidad, su alegría y su anécdota.
( Continuará... )






2 comentarios:

  1. Mariano, Me encanta, me intereza mucho, lo que escribes de Ignacio. Con su permiso, quiero traducirle en francés para la comprensión de los aficionados galos....

    Muchisimas gracias por adelanto- ¿ se puede hablar como este ?-
    Saludos respectuosos

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  2. Pedrito :
    Muchas gracias por su cordial comentario que le agradezco, encantado que lo dé a conocer entre la afición gala, que tanto apreció. Saludos.

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